COMO IDENTIFICAR SI LOS CHAKRAS ESTAN CERRADOS O BLOQUEADOS

Los Chakras son vórtices de energía a través del cual fluye la fuerza de vida a través de nuestro ser. Cada uno de lo chakras corresponden a diferentes aspectos de nuestro ser e influyen en los aspectos físicos, mentales y emocionales.

La mayoría de los terapeutas expresan que es buen indicio que nuestros chakras estén abiertos porque nosotros nos sentiremos en síntonía con el Universo y nuestras experiencias con el entorno y con otros.

Cuando tenemos los chakras bloqueados o cerrados experimentamos una sensación de bloqueo de energía en el cuerpo, la energía no llega adecuadamente y los órganos relacionados con los chakras que se encuentran cerrados.

Cuando nosotros nos sentimos gozozos con la vida nuestros chakras se abren para recibir la energía de la alegría y del amor. Cuando experimentamos dolor, rabia y emociones bajas nuestros chakras tienden a cerrarse como un modo de protección, especialmente cuando nos encontramos en entornos caóticos o de estrés.

Cuando nosotros estamos en comunión con nosotros mismos nuestros chakras brillan, e irradian una magnifica energía lumínica que nos permite conectarnos en sincronía con la vida. Nosotros experimentamos una sensación de bienestar, de equilibrio, estimulación y conexión con el Todo.

Por lo tanto, al “Abrir la mente y Buscar atentos”; los síntomas de nuestro cuerpo y emociones, encontraremos señales que nos permitan dilucidar el estado de nuestros chakras.

chakras (2)

Los Chakras y su lenguaje

Primer Chakra: Yo tengo derecho a tener

Segundo Chakra: Yo tengo derecho a sentir

Tercero Chakra: Yo tengo derecho a obrar

Cuarto Chakra: Yo tengo derecho a amar y ser amado

Quinto Chakra: Yo tengo derecho a decir y a escuchar la verdad

Sexto Chakra: Yo tengo derecho a ver

Séptimo Chakra: Yo tengo derecho a saber

Las técnicas para desarrollar y mantener el equilibrio de los chakras son innumerables. Podrás encontrar mucha información de buena calidad sobre estos temas.

Pero para comenzar puedes realizar las siguientes preguntas para saber testear el estado de tus chakras. Luego con esta información inicial podrás buscar la manera de corregir y equilibrarlos de acuerdo a lo que te paresca más idóneo para ti.

Cuanto su respuesta es “sí”, el chakra probablemente se encuentre abierto. Si encuentras respuestas débiles o te encuentras inseguro simplemente puedes centrarse conscientemente en el desarrollo de esa área de tu vida con el fin de lograr un mejor equilibrio.

Test para saber si los Chakras están abiertos o cerrados

Chakra de la Raíz

¿Me siento físicamente vibrante, saludable y de gran alcance en el mundo? ¿Me siento como en casa aquí? ¿Me siento como si me pertenece? ¿Tengo un fuerte deseo de vivir? ¿Amo a mi cuerpo y lo aprecio como un tesoro maravilloso? ¿Soy una persona de alta energía, en movimiento con audacia por la vida?

Chakra Sacro

¿Tengo un fuerte impulso sexual saludable? ¿Me siento confiad@ y sexualmente plen@? ¿Puedo expresarme sexualmente, y dar y recibir placer?

Chakra del Plexo solar

¿Sé lo que quiero, y tengo confianza en ser capaz de manifestarlo? ¿Puedo tomar decisiones y actuar sobre ellas? ¿Estoy consciente de mis emociones y puedo controlarlas? ¿Soy capaz de pensar y resolver a través de mis sentimientos? Estoy emocionalmente satisfech@?

Chakra del Corazón

¿Me amo a mí mismo@ amigos y familiares, y tengo un fuerte sentido de la compasión para todos los seres vivos? ¿Puedo aceptar a los demás como son, sin necesidad de que cambien? ¿Espero lo mejor de la gente, y busco lo mejor de ellos? ¿Soy buen@ en la cooperación? ¿Puedo recibir y dar la energía del Universo?.

Chakra de la Garganta

¿Puedo expresarme con habilidad y facilidad? ¿Hago las cosas prácticas que tengo que hacer para estar saludable, feliz y exitos@? ¿Asumo la responsabilidad de mi vida en vez de culpar a otros por mis problemas y esperar a que otros cuiden de mí? ¿ Trato de hacerlo lo mejor posible, y me siento dign@ de recompensa o compensación por mis esfuerzos? ¿Tengo suficiente fe en mí mism@ a asumir riesgos, aceptar los desafíos, y crear vías de realización?

Chakra del Tercer ojo

¿Estoy mentalmente fuerte y capaz de resolver las cosas? ¿Tengo un montón de ideas creativas, y el hábito de tomar las medidas necesarias para hacerlas realidad? No respuestas o ideas vienen a mí como mentalmente tratar de entender las cosas? ¿Soy capaz de visualizar mis metas y sueños? Cómo puedo definir objetivos realistas y alcanzables? ¿Mis experiencias de apoyo y validar mis creencias sobre la vida?

Chakra de la Corona

¿Me siento como si yo fuera parte de algo grande y maravilloso? ¿Me siento conectado a Dios/Espíritu del Universo, y siento que mi vida tiene un propósito? ¿Soy capaz de ver a mí mismo con honestidad, y para descubrir las lecciones de mis experiencias con el fin de desarrollar la sabiduría?

Significado de Chakras Bloqueados

Primer Chakra cerrado

La persona esta desvitalizada, su voluntad de vivir esta muy disminuida.

Segundo Chakra cerrado

La persona tiene dificultad para recibir y dar amor. No hay potencia sexual.

Tercer Chakra cerrado

Dificultad para sentir, bloquea sus sentimientos. No sentirá amor y aceptación por si mismo. Sentimientos de rechazo personal y desinterés de la propia salud.

Cuarto Chakra cerrado

Tiene dificultad para amar sin recibir nada a cambio. Ausencia de propósito y significado de su existencia. Tenemos la idea equivocada de que Dios y todos se oponen a nuestra voluntad.

Quinto Chakra cerrado

La persona no puede hacerse cargo de su vida. La comunicación no fluye. Profesionalmente esta frustrado, no hace lo que quiere.

Sexto Chakra cerrado

Existe confusión, ideas bloqueadas. Las ideas no tienen salida al plano material. Se convierte en frustración.

Séptimo Chakra cerrado

La persona no ha conectado su ser espiritual a su ser físico.

Leer más 0 comentarios

LA SANACIÓN CON LOS ÁNGELES

Cuando hablamos de Sanación Angélica, hablamos de la conexión con el alma que habita en nosotros y que está relacionada a su vez con la energía cósmica y cuando está dirigida hacia nosotros, equilibra, restaura y alinea cualquiera de nuestros cuerpos.

Esta sanación, ha sido dada por el Arcángel Rafael para ser compartida con todos aquellos que deseen mejorar su salud física, mental, emocional y espiritual.

Consigue que nos pongamos en armonía con todos los aspectos de nuestra vida.

Todos tenemos un ángel guía a nuestro lado, que sigue nuestros pasos y al que podemos acceder solicitándolo.

Esta energía aumenta la vibración de las personas, incrementando la energía espiritual, nuevos estados de iluminación interior y creando conexiones más fuertes con el alma y los Ángeles.

J.Olguin nos adentra en este tipo de sanación, de la cual es un experto y queda notablemente claro, cuando seguimos sus escritos.

Los ángeles son Entidades de Luz que vibran en una sintonía muy elevada. Esta vibración es curativa, aún en una proporción más elevada que los ultrasonidos.

El sanador invita a su paciente a visualizar a su ángel, con la finalidad de solicitarle ayuda curativa y a partir de ese punto, las personas se sentían mejor. La energía angélica había actuado en la parte física, sanando a la persona con patologías concretas.

Otra modalidad ocurre cuando el paciente manifiesta directamente el problema que aqueja y le pide al ángel que envíe su energía sanadora a la parte donde se hallaba el desequilibrio o bloqueo.

El resultado es sorprendente: la persona se alivia considerablemente y esta mejoría es muy palpable.

Un médico, ya sea de la medicina tradicional o de la medicina alternativa, (acupuntura, reflexología, reiki, aromaterapia, etc.) puede estar conectado a la energía curativa de los ángeles aún sin pedírselo.

No solamente al que cura enfermedades lo podemos considerar sanador, también el que se centra en el alma, quien da ayuda, quien da un consejo, quien brinda su apoyo, es sanador, ya que su presencia, sus acciones o sus palabras, ayudan a encontrar la paz del alma en momentos difíciles; estos sanadores actúan como promotores de la fe y brindan consuelo.

Por naturaleza, todos podemos ser sanadores, es parte de la evolución humana. Es un don que permanece dormido en nosotros, esperando ser despertado, siendo parte de nuestro libre albedrío.

Pídele a tus ángeles su protección y guía, ellos sabrán dirigirte.

Para conseguirlo en idóneas condiciones, es mejor cumplir una serie de requisitos, como estar con ropa cómoda y en un lugar que pueda estar en silencio o con una música suave. Pueden estar sentados sobre almohadones o en una superficie blanda.

Una vez acomodados, cierran los ojos. La persona instructora les guiará con su voz, suave pero firme. Intentarán trabajar con el sentido del tacto, pero sin tocar ninguna parte de su cuerpo.

“Sentirán” mentalmente toda su piel. La recorrerán mentalmente hasta sentir un cosquilleo. Eso indicará que estarán percibiendo su propia aura. Podrán percibir el calor de sus manos, la pesadez de sus brazos, el cuello, los hombros… la respiración acompasada. Sentirán sus piernas, sus pies… todo su cuerpo.

Una sensación de armonía les invadirá. Luego visualizarán su chakra coronal, el centro energético que se encuentra en el centro de su cabeza. Tocarán mentalmente ese centro y notarán una presión en el mismo, como si “algo” lo tocara.

En ese momento la persona instructora les pedirá visualizar un rayo blanco azulado, la LUZ del Creador. Ese rayo penetrará por el centro de su cabeza e inundará con su Luz vuestro cuerpo. Esa Luz bañará vuestro rostro, el cuello, los hombros, el tórax, la cavidad abdominal, los brazos, las manos, las piernas y los pies.

Notarán una energía muy armonizadora. Un segundo rayo, ahora de color dorado, llegará a vosotros. Es la energía Crística. Que entra por el chakra coronal y hará el mismo recorrido que el anterior. Notarán un cosquilleo vivificante.

Luego, un tercer rayo, que será de color violeta, hará el mismo recorrido que los dos rayos anteriores. La energía transmutadora del mismo cubrirá todos los influjos nefastos que pudiesen haber absorbido y la transformará en Luz supra-energética.

Los tres rayos en combinación habrán llevado vuestro ser a un estado de semi conciencia llamado alfa, donde estarán aletargados, pero sin perder el control de vosotros mismos.

La voz de la persona instructora los seguirá guiando. Su mente se transportará hacia una vibración muy sutil, llevándolos fuera del plano físico.

Allí, intentarán captar a vuestro ángel. Cada uno lo visualizará de acuerdo a sus necesidades.

Podrán ver la figura que vuestro subconsciente capte: La mayoría siempre visualiza figuras antropomorfas, ya sea un querubín o un esbelto joven con largas alas. En realidad, los ángeles se pueden percibir como trazos de Luz, en su forma real. Otros los ven como mandalas o figuras geométricas, como símbolos, como jeroglíficos, etc.

La mente humana es un gran decodificador del concepto espiritual: traduce las ideas en palabras e imágenes, aunque el ego, inherente al ser humano, deforma tanto esa traducción, que nuestras emociones participan de lo que captamos y entonces adecuamos a nuestra necesidad lo que visualizamos. Por eso no todos vemos lo mismo.

Cada uno tiene una versión concreta y genuina de la situación.

El contacto angélico es importante, una vez que visualizamos mentalmente a nuestro ángel guía, le podemos pedir orientación (según los problemas a resolver) y Sanación (si el organismo sufre problemas físicos).

Es entonces cuando el ángel nos manda su Luz sanadora y la focalizada en el punto donde no circula la energía. El cuerpo electromagnético o campo áurico se restablecerá y nuestras células normalizarán su recepción de energía espiritual. De esa manera, el cuerpo tenderá a sanarse.

La voz de la persona instructora nos devolverá lenta y sutilmente al plano físico. Nuestra vibración será más lenta. Volveremos a sentir nuestro cuerpo y nuestra respiración, hasta percibir el cosquilleo de nuestra circulación sanguínea. Lentamente iremos abriendo los ojos.

Quizás haya bajado un poco nuestra temperatura corporal y tengamos algo de frío. Eso se soluciona con una infusión caliente de cualquier hierba.

Antes de retirarse hay que dar gracias a nuestro ángel y saber que él nos ama incondicionalmente, porque el Servicio es Amor y así como la función del Sol es dar luz y calor a nuestro pequeño mundo, la función de los ángeles es Sanar a través del Amor.

Leer más 0 comentarios

La sabiduría de los Árboles

Los árboles y la humanidad han mantenido desde siempre una relación simbiótica entre sí. Nos han proporcionado infinidad de frutos, hojas, flores y raíces con propiedades tanto alimenticias como medicinales. Nuestros antepasados fueron conscientes de que la vida consiste en un equilibrio vital: tomamos y damos, de ahí que honrasen a las fuerzas de la naturaleza obsequiándolas con ofrendas, cantos, oraciones y ensalmos para revitalizar el mundo natural, del que se sentían parte indisoluble. Nuestras culturas vieron el acto de la creación como un hecho espiritual, lo que significa que todos los seres vivos se hallan revestidos por un halo sagrado. Con independencia de nuestras creencias personales sobre los espíritus de la naturaleza y de la pregunta de si Dios existe dentro de la creación o fuera de ella, una cosa es cierta: la capacidad de sentir compasión por otras formas de vida, de sentir gratitud por compartir el milagro de la vida, de respetar y amar, a todos los seres vivos de este planeta, nos convierte en auténticos seres humanos y nos ayuda a vencer la ignorancia y la codicia. La sabiduría de los árboles nos demuestra lo preciosa que es la vida. El árbol de la vida Los pueblos indígenas de Norteamérica se refieren a los árboles como "nuestros hermanos y nuestras hermanas de pie". Los seres humanos y los árboles compartimos una postura vertical y erguida. Nosotros caminamos, ellos permanecen en el lugar. En las lenguas de origen germánico, buena parte de los términos relacionados con el aprendizaje, el conocimiento, la sabiduría y otros temas similares, proceden de nombres de árboles. Así los términos anglosajones witan (mente, consciencia) y witiga (sabiduría) han dado lugar a las palabras inglesas wits (entendimiento), witch (bruja) y wizard (hechicero), así como a la alemana witz (entendimiento). Todas estas palabras proceden de una raíz que en escandinavo antiguo significaba "bosque". La palabra druida deriva del gaélio Dru (muy, mucho) y vid (conocimiento) y era la persona que reunía el máximo saber. Éste, como no podía ser de otro modo, tenía su origen en los árboles, no sólo porque los druidas debían superar una iniciación de veinte años en el bosque, sino porque en un principio, todo el saber procedía de los árboles. Esta afirmación no cuestiona la posición de Dios como ser supremo: en tanto que fuente de todo conocimiento, los árboles se convierten en vehículos del mismo. En el siglo VII a.C., Buda buscó el conocimiento supremo, la "verdad última", al pie de un árbol. Y dio con ella. La sabiduría de los árboles, nos recuerda que el aprendizaje empieza escuchando. La asunción de la dimensión espiritual de los árboles tuvo un efecto real e inmediato sobre la gente y el paisaje. En todos los continentes, ciertos árboles pasaron a venerarse como lugares sagrados. Cada civilización represento el Árbol de la Vida (o aspectos del mismo) a través de especies diferentes de árboles en función de las características de su ámbito de influencia, y dado que cada especie poseía sus propios elementos, pasaron a asociarse con los ideales espirituales característicos de cada cultura en cuestión. La mayoría de las religiones tienen su origen al pie de un árbol sagrado. No obstante, tras la desaparición de los cultos antiguos, el árbol perdió su estatus privilegiado y pasó a convertirse en fuente de madera y material de combustión. Hagámosle un homenaje a la naturaleza, a la espiritualidad, a los espíritus que se manifiestan a través de los árboles y retomemos el diálogo único y personal con los seres que habitan el Reino Vegetal.

Leer más 0 comentarios

DIME que TE DUELE y TE DIRÉ POR QUE...

El cuerpo, como todo en la vida, es un espejo de nuestras ideas y creencias. El cuerpo está siempre hablándonos; sólo falta que nos molestemos en escucharlo. Cada célula de su cuerpo responde a cada una de las cosas que usted piensa y a cada palabra que dice. Cuando un modo de hablar y de pensar se hace continuo, termina expresándose en comportamientos y posturas corporales, en formas de estar y de «mal estar». La persona que tiene continuamente un gesto ceñudo no se lo creó teniendo ideas alegres ni sentimientos de amor. La cara y el cuerpo de los ancianos muestra con toda claridad la forma en que han pensado durante toda una vida. ¿Qué cara tendrá usted a los ochenta años? El sufrimiento físico nos da una pista sobre cuál es el dominio de la vida en que nos sentimos culpables. El grado de daño físico nos permite saber hasta qué punto era severo el castigo que necesitábamos, y a cuánto tiempo debíamos estar sentenciados.

 

– Los oídos representan la capacidad de oír. Cuando hay problemas con los oídos, eso suele significar que a uno le está pasando algo de lo que no se quiere enterar. El dolor de oídos indica que lo que se oye provoca enfado.

– Los ojos representan la capacidad de ver, y cuando tenemos problemas con ellos eso significa, generalmente, que hay algo que no queremos ver, ya sea en nosotros o en la vida, pasada, presente o futura. ¿No estará usted negando algo que sucede en su presente? ¿Qué es lo que no quiere enfrentar? ¿Tiene miedo de contemplar el presente o el futuro? Si pudiera ver con claridad, ¿qué vería que ahora no ve? ¿Puede ver lo que está haciéndose a sí mismo?. Sería interesante considerar estas preguntas.

 

– Los dolores de cabeza provienen del hecho de desautorizarnos a nosotros mismos. La próxima vez que le duela la cabeza, deténgase a pensar cómo y cuándo ha sido injusto con usted mismo. Perdónese, no piense más en el asunto, y el color de cabeza volverá a disolverse en la nada de donde salió.

 

– Las migrañas o jaquecas se las crean las personas que quieren ser perfectas y que se imponen a sí mismas una presión excesiva. En ellas está en juego una intensa cólera reprimida. Es interesante señalar que casi siempre una migraña se puede aliviar masturbándose, si uno lo hace tan pronto como el dolor se inicia. La descarga sexual disuelve la tensión y, por lo tanto, el dolor. Tal vez a usted no le apetezca masturbarse en ese momento, pero vale la pena probarlo. No se pierde nada.

– El cuello y la garganta son fascinantes porque es mucho lo que pasa en esa zona. El cuello representa la capacidad de ser flexibles en nuestra manera de pensar, de ver los diversos aspectos de una cuestión y de aceptar que otras personas tengan puntos de vista diferentes. Cuando hay problemas con el cuello, generalmente significan que nos hemos «atrincherado» en nuestro concepto de una situación.

 

– La garganta representa nuestra capacidad de «defendernos» verbalmente, de pedir lo que queremos, de decir «yo soy», etcétera. Cuando tenemos problemas con ella, eso significa generalmente que no nos sentimos con derecho a hacer esas cosas. Nos sentimos inadecuados para hacernos valer. El dolor de garganta es siempre enfado. Si además hay un resfriado, existe también confusión mental. La laringitis significa generalmente que uno está tan enojado que no puede hablar. La amigdalitis y los problemas tiroideos no son más que creatividad frustrada, incapaz de expresarse.

 

– El corazón representa el amor, y la sangre el júbilo. El corazón es la bomba que, con amor, hace que el júbilo circule por nuestras venas. Cuando nos privamos del amor y el júbilo, el corazón se encoge y se enfría, y como resultado, la circulación se hace perezosa y vamos camino de la anemia, la angina de pecho y los ataques cardíacos. Pero el corazón no nos «ataca». Somos nosotros los que nos enredamos hasta tal punto en los dramas que nos creamos que con frecuencia dejamos de prestar atención a las pequeñas alegrías que nos rodean. Nos pasamos años expulsando del corazón todo el júbilo, hasta que, literalmente, el dolor lo destroza. La gente que sufre ataques cardíacos nunca es gente alegre. Si no se toma el tiempo de apreciar los placeres de la vida, lo que hace es prepararse un «ataque al corazón».

 

– El estómago se lo traga todo, digiere las ideas y experiencias nuevas que tenemos. ¿Qué (o quién) es lo que usted no puede tragar? ¿Y lo que le revuelve el estómago? Cuando hay problemas de estómago, eso significa generalmente que no sabemos cómo asimilar las nuevas experiencias: tenemos miedo.

– Las úlceras no son más que miedo, un miedo tremendo de «no servir para». Tenemos miedo de no ser lo que quieren nuestros padres o de no contentar a nuestro jefe. No podemos tragarnos tal como somos, y nos desgarramos las entrañas tratando de complacer a los demás. Por más importante que sea nuestro trabajo, interiormente nuestra autoestima es bajísima, y constantemente nos acecha el miedo de que «nos descubran». En este punto, la respuesta es el amor. La gente que se aprueba y se ama a sí misma jamás tiene úlceras. Sea dulce y bondadoso con el niño que lleva dentro, y ofrézcale todo el apoyo y estímulo que usted necesitaba cuando era pequeño.

 

– El colon representa nuestra capacidad de soltar y liberar aquello que ya no necesitamos. Para adaptarse al ritmo perfecto del fluir de la vida, el cuerpo necesita un equilibrio entre ingesta, asimilación y eliminación. Y lo único que bloquea la eliminación de lo viejo son nuestros miedos. Aunque las personas estreñidas no sean realmente mezquinas, generalmente no confían en que siempre vaya a haber lo suficiente. Se aferran a relaciones antiguas que las hacen sufrir, no se animan a deshacerse de prendas que guardan desde hace años en el armario por temor a necesitarlas algún día, permanecen en un trabajo que las limita o no se permiten jamás ningún placer porque tienen que ahorrar para cuando vengan días malos. ¿Acaso revolvemos la basura de anoche para encontrar la comida de hoy? Aprendamos a confiar en que el proceso de la vida nos traerá siempre lo que necesitemos.

 

– En la vida, las piernas son lo que nos lleva hacia adelante. Los problemas en las piernas suelen indicar un miedo a avanzar o una renuncia a seguir andando en cierta dirección. Corremos, nos arrastramos, andamos como pisando huevos, se nos aflojan las rodillas, somos patituertos o patizambos y nos quedamos patitiesos. Y además, tenemos los muslos enormes, coléricamente engrosados por la celulitis, llenos de resentimientos infantiles. Con frecuencia, no querer hacer algo produce algún problema menor en las piernas. Las venas varicosas significan que nos mantenemos en un trabajo o en otro lugar que nos enferma. Las venas pierden su capacidad de transportar alegría. Pregúntese si está marchando en la dirección en que quiere ir.

 

– Las rodillas, como el cuello, se relacionan con la flexibilidad, sólo que ellas hablan de inclinarse y de ser orgulloso, del yo y de la obstinación. Con frecuencia, cuando avanzamos, nos da miedo inclinarnos y nos ponemos tiesos. Y eso vuelve rígidas las articulaciones. Queremos avanzar, pero no cambiar nuestra manera de ser. Por eso las rodillas tardan tanto en curarse, porque está en juego nuestro yo. El tobillo también es una articulación, pero si se daña puede curarse con bastante rapidez. Las rodillas tardan porque en ellas están en juego nuestro orgullo y nuestra autojustificación. La próxima vez que tenga algún problema con las rodillas, pregúntese de qué está justificándose, ante qué está negándose a inclinarse. Renuncie a su obstinación y aflójese. La vida es fluencia y movimiento, y para estar cómodos debemos ser flexibles y fluir con ella. Un sauce se dobla y se mece y ondula con el viento, y está siempre lleno de gracia y en armonía con la vida.

 

– Los accidentes son expresiones de cólera, que indican una acumulación de frustraciones en alguien que no se siente libre para expresarse o para hacerse valer. Indican también rebelión contra la autoridad. Nos enfurecemos tanto que queremos golpear a alguien y, en cambio, los golpeados somos nosotros. Cuando nos enojamos con nosotros mismos, cuando nos sentimos culpables, cuando tenemos la necesidad de castigarnos, un accidente es una forma estupenda de conseguirlo. Puede que nos resulte difícil creerlo, pero los accidentes los provocamos nosotros; no somos víctimas desvalidas de un capricho del destino. Un accidente nos permite recurrir a otros para que se compadezcan y nos ayuden al mismo tiempo que curan y atienden nuestras heridas. Con frecuencia también tenemos que hacer reposo en cama, a veces durante largo tiempo, y soportar el dolor.

 

Fuente: Usted puede sanar su vida – Louise Hay

*******************
Puedes ver muchos mas contenidos en:
Cursos de CRECIMIENTO PERSONAL y ESPIRITUAL, en VIDEO:
Artículos sobre Almas Gemelas:
Web Personal de Assaya:
********************
Leer más 0 comentarios

EMOCIONES Y ARTROSIS

 

 

 

Causas emocionales de la artrosis, artritis y poliartritis
La artrosis es la manifestación intensificada de la artritis. Es una enfermedad de desgaste articular de los huesos, de origen mecánico y no inflamatoria como la artritis, una agravación profunda de la estructura ósea, localizada o habitualmente generalizada al conjunto del cuerpo. Sin embargo, las articulaciones sometidas a importantes esfuerzos mecánicos son las que más están afectadas, como las de la columna vertebral (vértebras cervicales [del cuello], vértebras lumbares [parte inferior de la espalda]), de las caderas, de la mano, de las rodillas, de los tobillos. El dolor que provoca es de origen mecánico” y no inflamatorio y aparece habitualmente después de un esfuerzo sostenido y desaparece en reposo (esta enfermedad también lleva el nombre de reuma de desgaste). Cuando padezco de artrosis, es como si aumentara más mis actitudes y mis pensamientos rígidos. Esta enfermedad está vinculada a un endurecimiento mental, a una ausencia de calor” en mis pensamientos (el frío y la humedad aceleran la aparición de la artrosis), frecuentemente con relación a la autoridad. Es la motivación exagerada por cumplir una acción sin buscar el reposo o el equilibrio (me doy hasta el fin de mis límites, sin pararme para saber si me exijo demasiado), una impresión de soportar una persona o una situación que ahora se ha vuelto intolerable, o una fuerte reacción inhibida con relación a una forma cualquiera de autoridad. Soy muy intransigente y rígido hacía mí mismo. Mi cuerpo me habla y tengo interés ahora en escucharle. Puedo integrar esta enfermedad empezando a aceptar conscientemente que vivo una ira y que mis pensamientos son rígidos. La energía que fluye a través de mí es fluida, armoniosa, en movimiento. Quedándome abierto de corazón a esta energía y reconociendo que tengo que cambiar algo, puede invertir el proceso y mejorar mi salud. Me vuelvo más flexible y acepto a los demás como son, sin querer cambiarles. La flexibilidad al nivel de mi cuerpo físico entonces reaparecerá.

LA ARTRITIS
Se define la artritis como la inflamación de una articulación. Puede afectar cada una de las partes del sistema locomotor humano: los huesos, los ligamentos, los tendones o los músculos. Se caracteriza por inflamación, rigidez muscular y dolor que corresponden, en el plano metafísico, a un cierre, crítica, pena, tristeza o ira. Simbólicamente hablando, la gracia y la libertad de movimiento son las principales cualidades, vinculadas a la articulación. Cuando se vuelve ésta inflexible, o cuando se endurece, la artritis está asociada a cierta forma de rigidez de mis pensamientos (pensamientos cristalizados), de mis actitudes o de mis comportamientos, de tal forma que todas las emociones profundas que debería expresar normalmente, lo son por la manifestación física de esta enfermedad. Así, la artritis se produce si soy demasiado inflexible, demasiado exigente, testarudo, intolerante, muy moralista, criticón, restringido o demasiado orgulloso con relación a mí mismo, a los demás o a las situaciones de mi existencia. Un sentimiento de impotencia acompaña habitualmente el sufrimiento que me frena. Vivo el sentimiento particular de estar mal amado, de no estar amado y apreciado a mi justo valor, lo cual me trae mucha decepción y amargura frente a la vida y mal humor. Manifiesto entonces un espíritu excesivamente racional. Critico con frecuencia todo o nada porque tengo miedo a la vida y siento frecuentemente una forma de inseguridad crónica. Me siento explotado: hago acciones y pongo gestos más para complacer a los demás que por real voluntad e interés, de tal modo que digo “sí” por deber cuando, en verdad, es “no”. Quizás haya vivido un traumatismo de infancia y me inhibo ahora mis emociones, sin admitir lo que sucedió (ocultación) porque “sufrí mucho en tal experiencia y me permito inconscientemente censurar y quejarme para que los demás puedan comprender hasta qué punto padecí”. Esta manifestación se relaciona con el sacrificio de sí. La artritis también puede proceder del modo en que me trato o trato a los demás con relación a la crítica. La artritis también provoca una especie de acción retrógrada; tengo la sensación de volver atrás en el plano energético, como si se me indicara hacer algo más en una dirección diferente, en vez de ir hacía delante. Ya que mi miedo, mi débil valoración propia y mi rigidez hacen que se creen profundas emociones referentes al porqué, el cómo o a la dirección de mis movimientos en la vida, puedo tener el sentimiento de estar obligado, restringido, inmovilizado o encerrado. Entonces, sentiré una incapacidad a doblar (mi actitud), a ser mentalmente flexible o capaz de abdicar. La articulación artrítica me indica lo que vivo y me da más informaciones. A nivel de las manos (dedos), la pregunta es: ¿Estoy realmente haciendo lo que deseo y lo que quiero hacer? Mis propios asuntos están “bien entre mis manos”? Hay gente a quienes ya no tengo el gusto de “dar la mano”? Mi libertad y mi espontaneidad en “manejar” lo que sucede en mi universo están limitadas por mi rigidez y mi dureza. A nivel de los codos: “Estoy inflexible a los cambios de direcciones por tomar en mi vida? Permito a los demás ser libres y expresar su pleno potencial? En las rodillas: Frente a quién o qué tengo la sensación de tener que arrodillarme y delante de quién o qué no quiero doblar? A partir de ahora, compruebo mis verdaderas intenciones con relación al amor. Debo cambiar mi modo de pensar y adoptar una nueva actitud frente a las situaciones de mi vida. Quedándome abierto al amor que está omnipresente (por todas partes) y expresándolo de modo más honesto, libre y espontáneo, mi corazón será radiante y respetaré a los demás tanto como a mí mismo. Amistad, comprensión y perdón son ahora disponibles para mí.

LA ARTRITIS REUMÁTICA
La artritis reumática se considera actualmente como la afección articular más grave. Suele estar generalizada al conjunto del cuerpo en vez de una sola articulación. El sistema inmunitario está tan enfermo que empieza a auto-destruirse, atacándose al tejido conjuntivo de las articulaciones (colágeno), de tal modo que se puede temer el riesgo de una lisiadura generalizada con dolor e hinchazón articular. Es directamente un achaque de mi propio yo, porque las fuertes emociones de rencor y dolor no consiguen expresarse. La artritis reumatoide está vinculada a un profundo desprecio de sí mismo, a un odio o a una rabia inhibida desde hace tiempo, a una crítica de sí tan intensa que esto afecta la energía más fundamental de mi existencia. Viví experiencias en las cuales me sentí avergonzado o culpable. Es la manifestación de una crítica mucho más importante frente a la autoridad o a todo lo que representa la autoridad para mí: individuo, gobierno, etc. Rehúso doblarme a esta autoridad, poco importan las consecuencias. Es como si estuviese “rumiando” constantemente la autoridad, criticándola. Mi movilidad se vuelve limitada y no consigo expresarme libremente (en particular en el caso de ciertas direcciones por tomar y que debo comunicar con mi entorno de un modo fluido y gracioso) porque mis articulaciones son demasiado dolorosas. Mi cuerpo se vuelve rígido, igual que mis actitudes. No consigo expresar mis fuertes emociones y tengo la sensación de estar constantemente oprimido y subyugado. Entonces adopto comportamientos de recogimiento, auto-sacrificio, y rumio mis emociones sin poder expresarlas. “Sirvo de víctima propiciatoria sacrificándome a una causa cualquiera”; siempre están encima mío”. La apertura a nivel corazón es esencial si quiero liberar todas las emociones que envenenan mi existencia. A partir de ahora, recobro mi pleno poder sobre mi vida, empezando por amarme y por aceptarme tal como soy. Tomo el lugar que me corresponde.

LA ARTRITIS EN LOS DEDOS
La artritis simboliza la crítica, el auto-castigo, la reprobación, una carencia profunda de amor. Así pues, los dedos (es decir los detalles de la vida cotidiana) artríticos indican el sentimiento de estar mal amado y de ser víctima de acontecimientos en mi vida de cada día. Doy el poder a los demás. Acepto amarme y perdonarme porque, si no me quiero, cómo pueden amarme los demás? 

LA POLIARTRITIS
La poliartritis es una inflamación simultánea sobre varias articulaciones. Esta enfermedad viene a indicarme una dificultad en realizar los gestos que era capaz de ejecutar antaño con mucha destreza. Ahora, tengo la sensación de ser más torpe o poco hábil. Por lo tanto, me desvalorizo con relación a esta actividad en la cual era excelente y tengo la sensación de perder destreza, fuerza o precisión. Esta enfermedad se encuentra en la modista por ejemplo, quien, después de algunos años, tiene la sensación de ser más lenta, menos hábil. Los deportistas frecuentemente están afectados de poliartritis, a causa principalmente del sentimiento de desvalorización que puedan vivir porque no son óptimos en un 100% o que sus realizaciones óptimas han disminuido. Aprendo a aceptarme con mis fuerzas y mis debilidades. Incluso si tengo la sensación de ser menos bueno o menos eficaz, miro toda la experiencia que adquirí a lo largo de los años. Reconozco que fue un don precioso que hace de mí una persona excepcional. La poliartritis puede producirse también si soy compulsivo, muy obstinado o moralizador. Tengo tendencia a sacrificarme por los demás, lo cual resulta frecuentemente de una agresión inhibida; pero hasta qué punto actúo con amor, respetándome? La rigidez tanto física como interior se agrava a causa de esta profunda obstinación a no querer cambiar.
Fuente: El Gran Diccionario de las dolencias y enfermedades de Jacques Martel (Psicoterapeuta)

 

Leer más 0 comentarios