VIAJE SAGRADO AL CORAZÓN MEDITACION

Tu corazón sagrado te pide que lo visites de vez en cuando. Sólo en meditación profunda puedes entrar en contacto en ciertos estados superiores de conciencia.
Acepta que la meditación no es un juego, es una vía para empezar un viaje. No te llevará tanto tiempo, puedes meditar con los ojos cerrados, tumbada en la cama, pero en posición mental de caminar hacia ti misma. Hacia tu interior. Eso necesitas.
Este espacio es sagrado pues solo contiene divinidad. Has escuchado antes sobre él, no te daré muchos detalles porque gran parte ya sabes, pero te diré unas pistas para acercarte más fácilmente.
Existen fases internas que pueden llevarte al Yo Superior a través de tu Corazón Sagrado. 4 fases.
• 1ª fase, te conducirá hasta el corazón dorado
• 2ª fase, te conducirá hasta el rayo de luz azul, la llama del corazón
• 3ª fase, te conducirá hasta el servicio magnético, rayo blanco, el interior de la semilla divina del espacio sagrado
• 4ª fase, te conducirá hasta el Yo Interno Superior
Se pueden ver estas fases como partes de una meditación, como vehículos para ascender o incluso como caminos para llegar a uno mismo. No pienses que son las formas únicas y correctas, hay muchas maneras, muchas formas y ejercicios para hacer el mismo recorrido.
Empecemos.
El camino hacia el Yo Superior os lleva a través de vosotros mismos. Muchos se apartan de este viaje porque sus problemas, sus dudas y sus emociones no les permiten avanzar. Hace falta una gran limpieza en la intención, una gran limpieza en el plano sutil energético, ninguna turbulencia puede interrumpir el proceso, si es así, no habrá viaje posible. Tal vez experiencia sutil pero no viaje al centro.

¿Existen la posibilidad de entrar cuando uno no está bien, no está en sintonía con la divinidad?
No, no existe esa posibilidad. Una persona que no se sienta bien, que no se sienta sana y limpia internamente no puede viajar a su corazón, se quedará en las puertas, escuchando, y podrá observar desde fuera, pero no podrá entrar, ¿por qué? Porque en el corazón no puede haber ni una mota de infelicidad, de egoísmo, de evasión, de duda. Ni una partícula de oscuridad entrará en el corazón sagrado.
¿Quién puede entrar en el corazón sargado?
Todo el mundo preparado, limpio, sanado de sus heridas pasajeras. No es necesario preocuparse pues muchos defectos que creéis que cargáis, son limpiados en vuestras vidas sin que os deis cuenta. Cuando una persona entra en una meditación, en la fase previa a entrar al corazón, a comenzar ese viaje, puede “quitarse los zapatos” y apartarlos. Puede hacer esto, así entraría en una estancia previa del corazón. Poco a poco podrá ver qué cosas le perjudican en su vida, y esto es muy interesante:
Cuando algo no te permite entrar en el corazón has de quitarlo inmediatamente de tu vida, sin pensarlo, pues si lo mantienes, estás negándote, estás dañándote y excluyendo la divinidad de tu propio ser. Acepta que eres parte de esa oscuridad, de esa negatividad que se te muestra, acéptalo, y saca de tu vida esa forma o manifestación del ego. Ya sea real o mental, imaginaria o ilusión, esa forma se ha manifestado negando quien realmente eres, si te mantienes en ella no permitirás el avance.
Tarde o temprano todo lo ilusorio caerá, todo terminará, no te preocupes por abandonar aquello que no te sirve. Las personas que se agarran con fuerza al pasado, al miedo, a la tensión, ellas no pueden crecer, se quedan sintiendo ese miedo, y lo que es más, si no abandonas esas formas en tu mente, ellas crecerán y crecerán hasta que veas en ti sólo esa manifestación del miedo.
¿Qué separa básicamente a las personas de su centro de luz?
Todas las mentiras, ilusiones, egoísmos, pasiones…toda la falta de luz, u obscuridad como deseáis llamarlo, es una forma diferente del miedo en su estado más puro. El miedo cabalga sigiloso en las personas y se manifiesta de muy diversas maneras. La palabra miedo causa un rechazo de por sí, muchos dicen: “¿miedo? No puede ser miedo, yo nunca tendré miedo” pero en realidad esta frase es temerosa de por sí, cuando una persona usa la expresión “nunca” está diciendo que alguna vez puede ser, y no aceptarlo es negar, y negar es temer. El miedo no es un color sano, al contrario, es una mancha, una forma que puede crecer y manifestarse en los diferentes cuerpos, al ser una mancha no permite que la luz recorra bien los cuerpos, no permite que ella llegue a la presencia máxima. Entonces no se manifiesta la luz en la tierra.
Cuando veis el miedo en otros os sentís atraídos por su fuerza, muchas veces en forma de pena, otras de orgullo. El miedo no os permite avanzar, os da la falsa imagen de protección. Cuando una persona necesita tanta protección es porque teme algo, y ese temor no le permite ver que no se necesita protección, que el interior es ya fuerte de por sí, que cuando uno es fiel a su divinidad, nada puede ocurrirle, nada puede dañarle. El espíritu no sufre, no, el ego sí.
¿Cuándo se comienza el proceso para entrar en el corazón sagrado?
Muchas personas mantienen que se necesita entrar en el corazón sagrado en un lugar y un tiempo determinado, pero el camino ya está en proceso, el camino ya comenzó al comenzar esta vida. Las personas tenéis que miraros desde dentro, no hay salida, esta vida, y más en servicio a la divinidad, el guerrero de luz, ha de mirarse al interior, y solo viajando al espacio sagrado puede lograr eso. Por supuesto que el camino no es igual para todos, algunos lo acabarán pronto, otros estarán toda la vida para terminarlo, algunos decidirán quedarse en la puerta, como ya he dicho antes.
¿Por qué es necesario llegar al corazón sagrado?
Porque es nuestra realidad. La realidad material que se vive no es más que una parte de lo que existe, una parte intranscendental, pero el interior es inconmensurable, en él habita la verdadera realidad de una persona, su vida, sus vidas, su pasado, su futuro, sus yoes, su luz, su sabiduría… dentro del corazón de una persona está la sabiduría divina.
¿Cuándo y cómo empezamos el viaje desde ahora, sabiendo esto?
El viaje se comienza ya, ya sabéis que hay que entrar en el corazón, ya sabéis que es la única vía posible, entonces ya estáis preparados para dirigíos y terminar lo que una vez comenzasteis. ¿Cómo? Ahora vamos a verlo.
Este proceso es muy sencillo y se divide en unas partes para completarlo y entenderlo. Las divisiones son buenas para los juegos de la mente. Cuando la mente está en proceso de juego trabaja más sencillamente, se vuelca desde una forma más íntima y permite que el niño interior trabaje con ella.

PASO PREVIO: Apartar las preocupaciones

En el primer paso se necesita abandonar todos los problemas, dejar todo a un lado. Esto es indispensable. Cuando una persona acarrea alguna carga como es el cuidado de alguien, problemas graves de salud, o falta de tiempo, debe abandonar su tensión, abandonar el estrés, dejarlo. No preocuparse. Si te preocupas el viaje ya está terminado, es mejor no empezar. Abandona la preocupación pues, el tenerla tan cogida de la mano a la preocupación, es la excusa perfecta para no ser. Con esto no digo que no sea importante la labor que cada uno hace, pero no es necesario un constante sacrificio y servicio mental. La entrega se hace con el corazón, no con la mente. Liberad la tensión que habita en uno se refiere a esto precisamente. Es necesario descansar todo lo acumulado, liberar la mente de problemas que ¡aún no ocurren!
Es posible que algún día volváis la mirada atrás y veáis lo ocupados que estabais pensando en todo lo malo que estaría a punto de acontecer si no estabais atentos. Observad el mundo, gira aunque no lo cronometréis. Gira y sigue girando aunque no estéis pendientes. ¿Pueden ocurrir grandes desgracias si no miráis? No es posible. No permitáis a vuestro ego haceros creer que necesitáis tener un control absoluto de la situación.
Sé que este paso es difícil, en la humanidad ha habido grandes pasos que dar, y este será uno, la liberación de la pre-OCUPACIÓN. Es necesario actuar, es necesario dejar atrás esa tensión y ese grandísimo esfuerzo que gastáis en no ocuparos de nada porque os estáis preocupando de lo que está por venir. Despejar la duda, observar un instante el Universo, es perfecto. No se necesita la preocupación para que funcione bien. Sonreír.
Sabes que es más sencillo despreocuparse, sabes que es lo que debes de hacer, no pongas trabas, no tengas miedos, no se te olvidará la lección por dejar a un lado las preocupaciones. Luego, cuando vuelvas del viaje interior, estarán todas ahí, apartadas, como los zapatos en la entrada. Estarán todas las preocupaciones esperándote, y tal vez, con el tiempo, compruebes que no es necesario cargar con ellas todo el día.
Cuando se dejan apartadas las preocupaciones es cuando la mente puede funcionar. Ya lo verás. Hasta entonces, simplemente la mente aprende a estar preocupada, no piensa, no razona, no trabaja correctamente. Los sueños se olvidan, los viajes no pueden realizarse, no puedes conocer ni comprender a las personas, pues te preocupas y en la preocupación aparecen dudas, miedos… déjate llevar por el Universo, él es sabio, él sabe a dónde te encaminas, las dudas de ese camino, de si ese camino es el bueno, de si el paso es el correcto, no conducen a nada más que al vacío. El Yo Divino, equilibrado, completo, él, sólo vibra en el AHORA, y en el AHORA no existe el patrón del tiempo, y mucho menos de la preocupación, no hay un después del que preocuparse.
Este paso es muy importante, desalojar toda duda al respecto y abandonar toda tensión interna. Toda preocupación.

1ª FASE: LA LLAMA SOLAR

Ahora se pasa a una parte más difícil. Vamos a dirigiros a un lugar del espacio que no está en el espacio que conocéis, no está en la tierra. No está en la galaxia, no está en tu casa, en el piso, no está dentro ni fuera de ti mismo… está en un lugar desconocido. Le llamaremos Espacio Sagrado. Pues es un espacio, sí, aunque no esté en un lugar conocido sigue siendo un espacio. Cabe la posibilidad de presentir que ese espacio está en el interior del corazón material, físico, pero no, el corazón solo puede ser un vínculo con el verdadero Espacio Sagrado. Me explico. Sólo estáis en sintonía con una parte de vuestro Yo Divino, solo una pizca del Yo Superior se encuentra en vuestro Yo mental y físico, pues una gran parte de vosotros está en otros lugares, utilicé el plural, sí.
El Yo mental y físico no puede albergar más parte del Yo Superior, no puede, pues se condensaría hasta llegar a nada. La vibración de vuestra divinidad es mucho más superior a la que ahora manifestáis, para poder tener un ligero contacto con él no podéis usar de vehículo el cuerpo físico pues se vería tremendamente afectado por la vibración del cuerpo superior, y lo mismo con el Yo mental. Muchos yoes tenéis, sí. Pero la conciencia superior abarca todos, y desde el centro podréis comprobar cómo los cuerpos son sólo una forma de manifestar esa totalidad que en realidad sois.
Al dirigiros a ese espacio debemos apartar todo del camino y centrar la atención en el ser que sois.
Imaginad una llama que resuena en el plexo solar.
Esa llama asciende y asciende hasta quemar todo, los laterales incluso, la parte inferior también. Esa llamita del plexo solar, sentirla cómo va despejando el camino. Cómo alivia toda tensión, todo desequilibrio. Sentid ese trabajo que hace la llamita del plexo solar. Él vinculo con la divinidad.
Observad el estado del Yo mental despejado por el trabajo de la llamita. Observad color dorado en la llama. La llama tiene que lucir completamente dorada y de ella surgir destellos dorados.
Trasciende vuestro cuerpo y sube más allá, llega más lejos que vuestros cuerpos, hasta que cubre vuestro cuerpo Cristal Superior. Más allá de vuestra visión. El Yo Crístico. La cúpula de Dios.
Respirad en ese estado, sintiendo que abarcáis todo ese espacio y todo ese espacio está siendo iluminado por una pequeña llamita de luz dorada que surge desde vuestro plexo solar. Solo esa luz basta para iluminarlo todo.

2ª FASE: LA LLAMA DEL CORAZÓN

Ahora ascended esa llamita hasta el pecho. Mientras inspiráis sentir como asciende la llamita y abrid el corazón a esa luz. Permitid que la luz se exprese en la gratitud desde el corazón, permitid que vuestro corazón se una en esa luz y juntos formen una gran luz que ilumine todo.

3ª FASE: EN LA SEMILLA DE LUZ

En el siguiente paso vamos a ir hacia la llama inicial, ahora puesta en el corazón, hacia el lugar que origina la llama. (De ese lugar no os habéis pre-ocupado hasta ahora, es fácil no preocuparse de aquello que no se puede controlar).
Observad un puntito de luz que gira rápidamente. En el giro muestra todos los colores, blanco, azul, dorado, rosa, es muy brillante, parece que quema y gira muy rápido.
Vamos a descender en el tiempo hasta que empiece a girar más despacio. Exacto, descenderemos en el tiempo, ralentizaremos la sensación espacio temporal según entramos en ese espacio pequeño, según ampliamos la visión de él y nos introducimos en su interior. Dentro, sentimos que giramos igual que la esfera. El tiempo es más lento así que giraremos más despacio.
Os sentís en paz, llenos de energía.
Aún no hemos llegado al corazón. Ésta es su antesala para nosotros. Más adelante, este lugar concentrará la capacidad para llevarnos instantáneamente a una conciencia del Yo Superior, pero aún no estáis preparados.
Descansad aquí unos momentos. Descansad y sentid el calor, el giro. Son los latidos de vuestra propia luz manifestada en la tierra. Sentid ese giro. Es maternal.

4ª FASE: LA PUERTA Y EL ESPACIO SAGRADO, ENTRANDO EN EL CORAZÓN SAGRADO

Ahora, una vez dentro, podréis ver que el espacio es más grande de lo que pensabais, observad que en un lugar de ese espacio hay una puerta. Una sola puerta.
Algunos veréis el espacio blanco, otros dorado, otros con ligeros matices. Otros no veréis nada en absoluto. Da lo mismo como sea, lo importante es sentir que existe esa puerta, saberlo, pues ahí está puesta. Acercaros y abrirla.
Ese es el espacio sagrado. Ese es. Ahí dentro está. Observaros entrando dentro.
Algunos no veréis nada, es normal eso, no significa no haber entrado, si no, que aún no se está preparado para ver lo que allí acontece. Esperad un tiempo y poco a poco iréis viendo, en la calidez de vuestro amor.
Experimentad a partir de aquí y veréis como a medida que practicáis, más fácil se hace este viaje, más sencillo y más controlado.
Una vez dentro del espacio podréis observar que todo se siente en continuo movimiento, tendréis que sentir los espacios y movimientos de vuestro propio ser. Es natural. Tal vez escuchéis sonidos. Existen vibraciones muy profundas, algunas de las cuales sois vosotros mismos. Otras son recuerdos, palabras, nombres…
Existe en ese interior la sabiduría que os dará el conocimiento para afrontar la vida, existen los lazos que os unen a otras personas y el camino para llegar al corazón de todos.

 

 

 

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